El sector telecomunicaciones muestra su preocupación ante el parón que supone el adelanto electoral y la posibilidad de que no estén disponibles las frecuencias de la Televisión Digital terrestre (TDT) de una de las bandas que ocupan, 700Mhz, a zonas más bajas del espectro, para las operadoras de telecomunicaciones, antes del 20 de junio de 2020, fecha límite acordada dentro de la Unión Europea. La incertidumbre aumenta según se acercan las fechas y el Plan Técnico de la TDT no está publicado en el BOE, lo que supone que los plazos estarán demasiado ajustados y se corre el riesgo de que no se cumplan. Además, el proceso del segundo dividendo digital se complica en comparación al primer dividendo en cuanto a canales que mover, y el complicado proceso de simulcast (transmisión simultánea en ambas frecuencias) y la incapacidad de abarcar a toda España.
Se considera, por parte del sector, que no debe abarcarse dentro de la política, sino que debe mantenerse al margen, puesto que se trata de un tema de estado que puede acarrear, en caso de incumplimiento, un descrédito internacional.
Actualmente estamos a la espera de la aprobación del real decreto, que según el cronograma elaborado por el gobierno debió haber sido publicado antes de diciembre de 2018. Pero ahora es más complicado que se tomen decisiones políticas y a partir del 5 de marzo, cuando se disuelvan las Cámaras, el Ejecutivo será un Gobierno en funciones. Además, al no haberse aprobado los presupuestos, la partida de 50 millones que se incluía para subvencionar a las comunidades de vecinos la reantenización en 2019 ya no existe, por lo que tendrán que iniciar otra propuesta con un crédito extraordinario de partida.
Por último, en caso de que finalmente no se cumplan los plazos establecidos, España podría hacerse cargo de un procedimiento sancionador comunitario, aunque la sanción no sería inmediata ni automática y España podía alegar la compleja situación política provocado por la moción de censura y el adelanto electoral posterior.
